CRM & Automate

Cada clic cuenta. Cada visita a nuestro site debería ser importante. Cada impacto a un usuario debería de convertirse en una oportunidad. Pero es difícil retener al usuario “a la primera”. Muchas veces, tras ese primer contacto, el usuario se pierde en una jungla de ofertas y oportunidades. Incluso puede ocurrir que vuelva a buscarnos, pero no consiga encontrarnos una segunda vez. Llega a nosotros a través del móvil, por ejemplo, en una navegación rápida, buscando en Google y clicando en un anuncio, sin darse cuenta ni ser muy consciente. Piensa en volver a ello más tarde pero, pasadas varias horas, cuando vuelve a intentarlo a través del mismo sistema, encuentra a uno de nuestros competidores. No vuelve a ver nuestro anuncio, no aparecemos en resultados orgánicos en ese momento, y perdemos la oportunidad que, además, nos ha supuesto un coste… Y es que muchas veces, para cumplir nuestro objetivo final (por ejemplo, realizar una venta), hay que establecer unos objetivos intermedios, más fáciles de asumir, más inmediatos, menos costosos, a través de los cuales podamos trabajar el terreno para asumir nuestro objetivo final. Y aquí es donde entra en juego el CRM & Automate Marketing.

El romanticismo del CRM

Y es que el primer objetivo de todo proyecto, ya sea eCommerce o proyecto de obtención de Leads, B2B o B2C, y sin importar el sector o tipo de actividad, tiene que ser conseguir que ese usuario deje de ser anónimo. Es como en una discoteca o un local de copas un sábado por la noche:

• Ante todo, llamaremos la atención de esa persona.
• Luego hay que conseguir caerle bien al chico/chica en cuestión.
• Y después trataremos de conseguir que nos dé su número de teléfono.

Y ya será en una segunda cita cuando, tal vez, logremos robarle el primer beso.

A nadie se le ocurre hacerlo al revés, o al menos a nadie coherente ¿no? … Bueno, una noche de pasión fortuita puede ocurrir, el amor a primera vista existe, pero no es lo más común 😉

Vamos a configurar vuestro proyecto para generar una base de datos de usuarios, a los que captamos ofreciéndoles alicientes, a los que vamos a persuadir para que nos den acceso a sus datos (email principalmente), y luego nos preocupamos de conseguir esa “segunda cita”, para que el beso (nuestro objetivo final) se haga realidad.

¡Si es que, al final, esto del CRM es un tema la mar de romántico!